Fija su residencia en Almería en 1936. Cursó estudios de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Almería durante 3 años. Desde los 11 años hasta los 19 trabaja con Perceval en su estudio, pero no dibujando, sino dorando, restaurando... Seguidamente, por mediación del arqueólogo Martín Almagro, marcha a Barcelona para hacer unos cursillos de restauración, permaneciendo en la ciudad Condal durante tres meses. Vuelve a Almería siendo nombrado restaurador interino de la Diputación, en el Museo Arqueológico Provincial, hasta que se convocan oposiciones, obteniendo la plaza en 1955.

      Comienza a participar, con Miguel Martínez y otros jóvenes valores, en las exposiciones colectivas indalianas de los años 50, considerándose como un indaliano de la segunda generación. En su técnica emplea fundamentalmente tinta grasa, temple, tinta china, encáustica, óleo, cera, mosaico, pintura al fresco. Sus temas son figuras, paisajes, bodegones... Es de destacar el mural realizado, junto con Cañadas, en 1955, de la Estación de Autobuses de Almería. Entre su labor hay que citar las ilustraciones en la obra de Martín Almagro y Arribas Palau La necrópolis megalítica de los Millares. Igualmente es significativa su participación en los cuadernos pedagógicos editados por el Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Almería, a partir de 1989.

      Entre las exposiciones individuales realizadas destacan las del Centro Artístico de Granada (1960) y la de Galería Parriego en Almería (1973). Entre las colectivas: la X y XI Exposición Nacional de Arte organizada por Educación y Descanso (Madrid, 1952 y 1953), la II Bienal Hispanoamericana de Barcelona (1953), V Concurso de Pintura y Escultura de Granada (1961). Paralelamente, realiza numerosas exposiciones colectivas indalianas.