Hijo en primeras nupcias de José de Toro Rodríguez de Mira, quien fue regidor de la ciudad de Almería (1827). En 1820 desempeñaba la cátedra de Agricultura creada por el primer Ateneo de Almería. En 1832 era notario mayor de Cruzada y Subsidio. En 1839 ostenta el título de Agrimensor expedido por la Academia de San Fernando y, en 1848, se le otorga la primera cátedra de Agricultura en el Instituto de Segunda Enseñanza de Almería, creada el 10-VII-1848. Por esas fechas ya era vocal de la Junta Provincial de Agricultura. En 3-VIII-1850 se le encargó que hiciese una descripción del escudo de Almería para enviarla al Congreso. En 1849, aunque la dedicatoria lleva la fecha de 9-XII-1850, publica en Almería su Memorial de las vicisitudes de Almería y pueblos de su río con relación a su estado agrícola desde la reconquista en 1490 hasta la presente época (Almería, imprenta de D. Vicente Duimovich), que hoy es punto de partida indispensable en el estudio de las aguas de la ciudad de Almería y su campo, y referencia forzosa por constituir una reserva de fuentes históricas en muchos casos desaparecidas. No obstante, su principal mérito fue constituir las Ordenanzas por las que se regiría el Sindicato de Riegos de Almería y Siete Pueblos de su Río en 1851, institución que venía a sustituir a la extinguida Comisaría de Aguas. Este Reglamento sería aprobado por Isabel II (19-XII-1851), reconocido por la primera Ley de Aguas (1866), confirmado por la segunda Ley de Aguas (1879) y respetado por la vigente (1985). Esta institución rigió la comarca del Bajo Andarax durante ciento cincuenta años, protegiendo la fragilidad del ecosistema y dejando una huella imborrable en la historia de Almería.