Hijo del primer matrimonio de Joaquín de Vilches y Baeza con María del Carmen Gómez Puche. Continuó la trayectoria política de su padre. Al producirse la revolución de septiembre de 1868, era presidente local de la Unión Liberal y, en 1869, de la Diputación Provincial. Sin embargo, rechazó diferentes condecoraciones que le concedieron, entre otras, la Gran Cruz de Isabel la Católica, al tiempo de la visita a Almería de Isabel II. Paulatinamente se fue alejando del relumbrón político y acrecentó la sólida fortuna heredada de sus progenitores. Realizó obras de mecenazgo en la ciudad, tales como la aportación económica necesaria para la construcción de una de las torres de la iglesia de San Pedro o sus fructíferas gestiones en el primer Monte de Piedad, fundado en la parroquia de la aludida iglesia. Presidente de la sociedad que construyó en 1888, la actual plaza de toros almeriense, al final de la avenida que lleva su apellido.