Antonio HERNÁNDEZ LEDESMA


HERNÁNDEZ LEDESMA, Antonio (Almería, 1900 - Almería, 1978). Político y sindicalista.


Su profesión como camarero le acercó al sindicalismo. Ingresó en UGT en 1929 y posteriormente en el PCE dónde fue miembro del Comité Provincial. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue detenido por participar en una reunión clandestina del PCE, al igual que en 1934 por la fallida huelga revolucionaria de octubre.

En mayo de 1934 fue nombrado vicepresidente de la nueva junta directiva de la Casa del Pueblo, en representación de UGT y PCE. En ese mismo año fue vicepresidente de la Unión Local de Sindicatos en representación de la UGT. A principios de 1937 pasó a ser delegado gubernativo en el partido judicial de Canjáyar, designado por el entonces gobernador civil, Gabriel Morón Díaz. Tras el levantamiento militar del 18 de julio fue miembro de la Junta de Incautaciones que intervino los hoteles Simón y Victoria, siendo posteriormente delegado administrativo del Hotel Simón. Tuvo su mayor relevancia en la política al ser elegido en 1937 concejal del Ayuntamiento de Almería en representación de UGT y PCE, ocupando el cargo de delegado de abastos en el mercado central y formando parte de las comisiones informativas de hacienda, presupuestos, beneficencia, sanidad y cementerios. Ostentó el cargo de secretario de hostelería y similares entre los años 1936-1938.

El 16 de marzo de 1939 dimitió de todos sus cargos, refugiándose en una casa situada en la calle Cucarro, en dónde años atrás dio cobijo y protección al sacerdote Jesús Castillo. Finalmente fue detenido el 10 de junio de 1939. Se inició juicio en su contra el 22 de enero de 1940, siendo sentenciado el 27 de mayo a una condena de 20 años y un día por adhesión a la rebelión. Durante el juicio hubo testimonios a su favor y por escrito, como los de Antonio Cuesta Moyano, primer jefe militar de la zona de Almería al concluir la guerra, de abogados y comerciantes, todos ellos de ideología diferente. Ingresó en la prisión de Dueso (Cantabria), cumpliendo parte de la condena en cárceles del País Vasco. Durante su cautiverio, estuvo realizando trabajos en la construcción del Valle de los Caídos. Tras varios años, fue puesto en libertad en diciembre de 1944 e indultado el 3 de mayo de 1946.

Un año más tarde, fue nuevamente detenido junto con más compañeros del partido, y encarcelado durante dos meses por ayudar en la recolecta de donativos al Socorro Rojo Internacional. Finalmente volvió a su trabajo en el bar Imperial de la Puerta de Purchena, hasta que se jubiló en 1965. Persona muy querida por los de su misma ideología y muy respetada por los del bando contrario.

 

 

 

 

 

 




Hernández Almansa Francisco





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