Hijo de Ramón de Cala Barea (Jerez, 1827-1902), activo político progresista que militó en el republicanismo federalista y aficionado a la Historia local. Estudió Farmacia en las universidades de Cádiz, Madrid y Granada (1883-1895), cuando ya se había traslado a Almería. Mantuvo un laboratorio mineralógico en Cuevas, en donde Siret mandó analizar diversas muestras. En 1900 abre un establecimiento farmacéutico en Cuevas.

      Su primer trabajo histórico lo realizó junto a Agustín Muñoz y Gómez (Lápidas góticas del siglo XV existentes en San Juan de los Caballeros iglesia parroquial de Jerez de la Frontera, 1891). Publicó diversos trabajos monográficos sobre pueblos de la provincia: “Sorbas: apuntes de un viajero” (Revista de la Sociedad de Estudios Almerienses VII, 1916), el primero de una serie de estudios locales que continuará en colaboración con Miguel Flores González: La fiesta de Moros y Cristianos en la villa de Carboneras. Precedida de una noticia histórica (Cuevas, 1919) y Monografías históricas. Garrucha (Cuevas, 1920). La muerte del único hijo varón en la epidemia de gripe de 1918 alteró profundamente su vida, de manera que fue desentendiéndose progresivamente de los trabajos históricos que emprendía su amigo Miguel Flores. Hacia 1926 abandonó la provincia.