Víspera de San Juan. Un siroco abrasador azota la costa. ¿Por qué está encerrado el narrador del relato en un calabozo de la Guardia Civil? ¿Quién es la misteriosa mujer cuyos diálogos se entreveran en la narración? ¿Cómo podrá la santería caribeña resolver el insólito padecimiento que atenaza al protagonista? ¿ Y qué relación guarda el Indalo con todo esto?

Novela cosmopolita enraizada en el terruño, macerada en la memoria y salpimentada de humor barroco, por las páginas de Vodevil del Siroco y el Indalo pasean coloridos personajes que conforman el fresco contemporáneo de una innominada provincia andaluza: Higinio, el amigo de la infancia; los hermanos Bengoetxea, psicólogos exiliados en tierra árida; Morabet, el inmigrante magrebí; Irina, la rusa que corta el hipo; el tío Indalecio, viejo lobo de mar, y su hijo Virgile, el hechicero antillano, perito en ensalmos y pociones. 

... esta novela ha llegado a destino, porque es necesaria en el panorama de la narrativa almeriense -colocando, por fin, su personalidad idiomática en su merecido lugar gracias al feliz dominio lingüístico de García-Quiñonero- y porque apela a la inteligencia del lector, al que lleva una y otra vez un paso más allá de la irrelevancia de la escritura actual. 

(Del epílogo de Pedro Redondo Reyes)