En 1880 marcha a Madrid para cursar bachillerato en el instituto “Cardenal Cisneros” y Derecho en su Universidad Central. Antes había publicado ya su primer artículo titulado “El hijo del campo”, en el periódico El Horizonte, de Huércal Overa. Trabaja en las industrias alimenticias madrileñas “Matías López” y desempeña notables cargos no sólo de representación, sino también institucionales, tanto en la Cámara de Comercio como en el Círculo de la Unión Mercantil, del que llegó a ser presidente. Entre 1910, en que aparecen sus libros Higiene y educación de la voluntad y Consideraciones Comerciales sobre España y Marruecos, y 1935, que cierra el ciclo con España, madre de América, publica una docena de interesantes libros como Inquietud Universal. Sus causas (1920); Apuntes para la organización económica de los pueblos hispanos (1923); Hagamos Patria. Alianza Hispano- Americana y La voluntad en acción (1927).
Desde su ingreso en la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (1922), con el número 43, de la que fue nombrado socio de mérito, mantuvo estrecha relación con sus más destacados dirigentes y desplegó una intensa actividad dictando conferencias, posteriormente publicadas, con motivo del 150 aniversario de la fundación de la Sociedad, en 1775. Para dejar constancia del reconociendo de sus méritos esta Sociedad Matritense solicita al Ministro de Fomento el nombramiento de consejero del Canal de Isabel II a favor del señor Zurano, cuando ya contaba 73 años.
El año 1923, coincidiendo con el auge del fascismo y al inicio de la Dictadura de Primo de Rivera, había viajado a Italia acumulando experiencias que aprovechó para escribir el libro Acuerdo anglo-ibero-italiano, visto a través del sentido común. En 1929 dona al Ayuntamiento de Pulpí dos edificios y terrenos suficientes para la construcción de una escuela en la barriada de Benzal, donde él había nacido. La última muestra de su filantropía fue la constitución de la sociedad “Amigos de la Escuela” en Pulpí. Entre las distinciones honoríficas recibidas destacan el título de caballero de la Orden Civil de Alfonso XII, la condecoración de Grand Ufficiale dell’Ordine della Corona d’Italia y el nombramiento de hijo predilecto de su pueblo natal Pulpí. Sus restos fueron trasladados a Pulpí en 1977.