Juan LEAL ESPINAR


LEAL ESPINAR, Juan (Melilla, 1925 - Almería, 1994). Fundador del bar “El Quinto Toro”, novillero.


En el dinámico sector hostelero provincial, ha pasado al acervo popular rotulando con su nombre una céntrica vía pública, aledaña al Mercado Central y al palacio de Diputación Provincial, donde el 11 de julio de 1947 abrió sus puertas “El Quinto Toro”, el emblemático establecimiento por el que se recuerda a nuestro protagonista.

Juan Leal Espinar nació circunstancialmente en Melilla (donde su padre, el banderillero Juan Leal “Lagartija II”, era conserje de la plaza de toros) el 22 de diciembre de 1925, aunque prontamente la familia se trasladó a su Almería de origen, residiendo en la calle Arráez. Su progenitor regentaba el bar de la peña taurina “Canet” y Juanito Leal era monaguillo de los dominicos. Su madre, María Espinar Gómez, resultó fundamental en su posterior vocación gastronómica. Especialmente dotada ante los fogones, su habilidad no pasó desapercibida a la Orden Dominica, que la contrataron como cocinera. En los primeros meses de la posguerra, cuando el hambre hacía estragos entre la población, ser cocinera de los frailes le permitió alimentar también a su familia. A ella se deben las recetas de sus bien ponderadas tapas o exquisitas elaboraciones en miniatura. Aunque la estrella de la actual carta, “patatas a lo pobre y huevo”, es iniciativa de sus descendientes, tras degustar un plato similar en Valladolid.

En su domicilio se respiraba un exclusivo ambiente taurino y de ahí su vocación por convertirse en torero de fama. Debutó en el coso de la Avenida Vilches el 10 de junio de 1945, encartelado con los también paisanos Manuel Márquez “Posadero”, Diego Oña y Eduardo Herrada, “Herrerín”. La esperanzadora presentación le hizo repetir al mes siguiente con su íntimo amigo Posadero. Sin embargo, no logró alcanzar el éxito en tan difícil profesión, obstando por retirarse tras anunciarse en distintos festejos en la capital y provincia. No obstante, su afición se mantuvo incólume hasta su fallecimiento. Ello le permitió cultivar la amistad con reconocidos personajes del mundillo taurino, en especial con el diestro jerezano Rafael de Paula, y a seguir atento la trayectoria de su sobrino Paquito Leal, nacido también en Melilla, y del sobrino-nieto de este, Juan Leal, matador de origen francés.

Pasados los años de sueños de ascender en el escalafón taurómaco, tuvo que ganarse el sustento y labrarse un seguro porvenir. Después de una breve experiencia como administrativo del Monte de Piedad y Caja de Ahorros, decidió aventurarse en la apertura del bar en la calle Reyes Católicos, en la cochera del doctor José Arigo. El nombre, El Quinto Toro, se debe a la antigua costumbre de los ganaderos de hacer lidiar en ese lugar al mejor toro del encierro de cada tarde. Las cabezas de las reses que han presidido (y presiden) el local, fueron estoqueadas por Domingo Ortega y Rafael de Paula.

Para abrir el local contó con la colaboración del doctor Gómez Angulo y de otro empresario hostelero, Juan Montoya, dueño de El Observatorio, típica bodega en el barrio de El Quemadero y promotor del bar La Flor de la Mancha. El Quinto Toro comenzó siendo un establecimiento exclusivamente masculino, al que las mujeres no tenían acceso. Al mismo tiempo se hizo célebre por sus intensas y acaloradas tertulias flamencas y taurinas. A finales de los años sesenta inauguró en Aguadulce el restaurante Los Corales. En su pequeño tablado y comedor era usual encontrarse con actores y actrices internacionales, como Brigitte Bardot, Alain Delon o Anthony Quin, alojados en el cercano hotel Playadulce.

El 8 de octubre de 1953 se casó con Concepción Guirado Díaz, de cuyo matrimonio nacieron siete hijos: Juan, Rafael, Manuel, Conchita, María del Mar, José Luis y Francisco Antonio (Curro). Juan Leal Espinar falleció el 20 de octubre de 1994.

 




Sevillano Miralles Antonio





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