En marzo de 1834 ingresó como cadete en el Regimiento de Caballería del Príncipe. Poco después tomó parte en las últimas batallas de la primera guerra carlista, combatiendo con el Regimiento de Húsares de la Princesa. En estas acciones obtuvo diversas condecoraciones: la Cruz y Placa de San Fernando, la Cruz de Isabel la Católica y las medallas de Grá y Morella, además de conseguir el ascenso a teniente. Participó en los alzamientos de 1840 y 1854 y obtuvo en ellos diversas condecoraciones. En el año 1843, ya ascendido a teniente, mandó la escolta que acompañó al general Espartero hasta su embarque en el Puerto de Santa María.

      Según Tapia Garrido, al ser perseguido por sus ideas políticas liberales, se vino a vivir a Almería y obtuvo el mando de la guarnición de Canjáyar. En 1854 pidió la excedencia y se instaló en Almería, donde colaboró en el mando de un batallón de la Milicia Nacional. Durante el año 1855 colaboró ayudando a la población civil y su actividad le hizo muy popular en la ciudad. Perdió a su madre, su esposa y un hermano víctimas de la enfermedad. Por una R.O., el Ministro de la Gobernación le dio las gracias y le otorgó la Cruz de beneficencia. Al tomar el poder Narváez en 1856, se negó a reconocerlo. Por ello, se atrincheró en Alhama con doscientos milicianos que no quisieron entregarse al coronel Ríos y allí los disolvió. Fue procesado y estuvo algún tiempo preso en Granada. A su vuelta (1858), se dedicó a los negocios y la política. En cuanto a la primera actividad, destaca la creación de una sociedad con María Acosta para instalar en Almería la fundición de plomo Las Palmeras. Por lo que se refiere a su actividad política, en junio de ese mismo año pasó a formar parte del comité de la Unión Liberal, llegando a ser diputado provincial por Canjáyar.

      En el año 1863 fue alcalde de Almería y, poco después, presidía la Sociedad de Amigos del País. A lo largo del año 1868 recuperó su vocación benefactora al presidir la Junta de Socorros para los necesitados de la ciudad almeriense. Durante la Gloriosa (IX- 1868) formó parte de la Junta Revolucionaria, siendo elegido durante los años de Sexenio Democrático diputado provincial y a Cortes. Durante 1871 formó parte de la Junta de Socorros que palió los destrozos de las inundaciones. Al final de la etapa republicana volvió al ejército, instalándose en Córdoba, donde desempeñó el cargo de gobernador militar. Ascendió a mariscal, caballero de la Orden de Alcántara y, en 1878, Alfonso XII le otorgó el título de Marqués de Senda Blanca.