Originario de Valencia, fue considerado un maestro en el campo lingüístico, así como en las bellas letras. De ahí que se dedicara a la enseñanza, tanto en Valencia como en Denia.
Fue en la etapa final de su vida cuando se trasladó a Almería, en la que residió hasta su muerte. En Almería tuvo como discípulo a Abú Bakr Ibn Rizq (m. Ceuta, 1164). Entre otros discípulos cabe también mencionar a Ibn Mutárrif at-Tutili (m. Almería, 1127-8), el filósofo Avempace y el antólogo Ibn Jaqán.
Hay dudas sobre la fecha de fallecimiento en Almería, siendo las dos con mayor probabilidad la del 6 de febrero de 1126 o 26 de enero de 1127. De lo que no hay duda es que fue enterrado en el cementerio de al-Hawd y que pronunció la oración fúnebre por su alma el predicador Abú l-Ásbag Ibn al-Hattam.