Nació en la pedanía minera de Las Herrerías
de Cuevas del Almanzora el 23 de mayo de 1950, aunque vivió prácticamente
toda su vida en la ciudad de Berja donde, por razones profesionales de
su padre, se trasladó su familia durante su infancia. Ingresó en el Seminario
Menor de Almería, pasando al Seminario Mayor y finalmente ordenándose presbítero
el 17 de marzo de 1978.
Trabajó pastoralmente en la diócesis de Almería
en las parroquias de santa Ana y san Joaquín del Puerto de Roquetas de
Mar y santa María de los Ángeles de la ciudad de Almería y, entre sus muchos
cargos de responsabilidad en la diócesis almeriense, se pueden citar la
dirección del Instituto Teológico san Indalecio, delegado episcopal de
Enseñanza, y en los últimos años de su vida, director del Centro de Estudios
Eclesiásticos del Seminario Diocesano de Almería.
Siempre fue un estudiante laureado, obteniendo
expedientes académicos brillantes, así pues, doctorado en Filosofía Pura
(Universidad Pontificia de santo Tomás de Aquino de Roma), doctorado en
Filosofía y Ciencias de la Educación (Universidad Pontificia de Salamanca)
y licenciado en Teología (Facultad de Teología de Granada), fue catedrático
de Filosofía de la Religión y profesor de Teología de las Religiones, Filosofía
de la Religión y Teodicea, Fenomenología de la Religión y profesor titular
de licencia y doctorado en la Facultad de Teología de Granada, de la que
también fue vicerrector; director de la Cátedra Andaluza para el Diálogo
de las Religiones (CANDIR); miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo
Interreligioso durante ocho años y asesor de las Comisiones Episcopales
para la Doctrina de la Fe y para las Relaciones Interconfesionales de la
Conferencia Episcopal Española; asesor de los obispos del norte de África
para la cuestión del Islam; y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio
de las Sectas (RIES).
En sus estancias anuales en Roma -disfrutaba
una beca mensual todos los años como investigador en el Centro Español
de Estudios Eclesiásticos y de la Iglesia Española de Santiago y Montserrat-,
se dedicaba a profundizar en el fenómeno religioso, el conocimiento de
las religiones y de las sectas. Participó en multitud de congresos, jornadas
y conferencias desde su especialidad, dentro y fuera de España (muchos
de ellos en Almería), compartiendo su conocimiento y sin dejar de colaborar,
el poco tiempo del que disponía, en la acción pastoral de su diócesis.
Alternaba su oficio académico e institucional en Granada impartiendo clases
a los seminaristas en el Centro de Estudios Eclesiásticos del Seminario
Diocesano de Almería.
Destacaba ante todo por su generosidad, exquisitez
y educación que le llevaba a un trato siempre afable y respetuoso. Ha sido
considerado una figura clave en los primeros pasos del diálogo interreligioso
islamo-cristiano en la sociedad española contemporánea desde finales del
siglo XX, y de las primeras figuras en reflexionar académicamente sobre
él a nivel internacional.
De entre sus innumerables publicaciones de
obras y artículos, tanto de autor como de editor, destacan Camino del
hombre a Dios. La teología natural de R. Sibiuda (Granada 1995); La
nostalgia del eterno. Sectas y religiosidad alternativa (Madrid 1997);
Cristianismo e Islam. Frontera y encuentro (Madrid 1998); Religión,
religiosidad alternativa y sectas (Madrid 2000); Cristianismo e
hinduismo. Horizonte desde la ribera cristiana (Bilbao 2000); Filosofía
y fenomenología de la religión (Salamanca 2003); El Islam entre
nosotros. Cristianismo e Islam en España (Madrid 2004); El
Islam en la España actual (Madrid 2008); Del revés al derecho. Parábola
postmoderna en torno a Camús (Salamanca 2011); Aproximación a una
teología de las Religiones (Madrid 2015); El Islam aquí entre nosotros
(Madrid 2017).
Sin embargo, el camino recorrido en su vida
de servicio desde la reflexión académica no fue sólo un camino de libros
y publicaciones: fue un camino de encuentros humanos, encuentros de los
que está hecho el diálogo interreligioso. Sentía predilección por la expresión
«frontera y encuentro» para describir la relación con el Islam. Supo así
descubrir que lo visto por muchos como frontera infranqueable, era en realidad
un lugar de encuentros humanos y de luz nueva sobre la verdad y la fe.
Después de una larga enfermedad diagnosticada
en febrero de 2017, fallecía a los 68 años de edad el 22 de junio de 2018.
Al día siguiente, se celebraban sus exequias en la parroquial de la Anunciación
de Berja. En este, su último acto, concretaba el «encuentro y diálogo»
con Aquel a quien tanto buscó y comunicó en las aulas y en tantos espacios,
de Aquel a quien transmitía como ministro del Evangelio.